El chocolate a la taza es ideal para los desayunos y meriendas en los meses de otoño e invierno. Acompañada de unos deliciosos churros, como los que hacemos en Café Jardín, o de una exquisita tarta, la taza de chocolate siempre es una tentación difícil de rechazar. Esta bebida tiene la capacidad de reconfortar a todo el que la disfruta, sin importar la edad que tenga. El chocolate llegó a Europa tras el descubrimiento de América. En el ‘nuevo continente’ las poblaciones precolombinas consideraban el chocolate como una bebida de dioses. Su uso era común en celebraciones señaladas y no estaba al alcance de todos.
El chocolate, una tentación difícil de rechazar
Varios estudios aseguran que el chocolate fue un descubrimiento accidental. En las poblaciones precolombinas las vainas del árbol del cacao se usaban para hacer bebidas similares a la cerveza, pero las semillas eran desechadas por ser muy amargas para el consumo. Esas semillas, en principio sin uso, se convirtieron en el ingrediente principal de una bebida sin alcohol muy venerada. Culturas como la Maya, la Tolteca o la Azteca han reflejado la importancia del chocolate en su mitología. Ek Chuah es considerado el dios de este manjar, e incluso el árbol del cacao está incluido en las historias propias de la creación de estas culturas. El chocolate era una bebida consumida solo por las clases altas y usada en ceremonias religiosas. A este elixir se le atribuían propiedades beneficiosas y energéticas, algo que parece ser una realidad.
Ese ‘accidente’ ha cambiado el mundo y este manjar de dioses se ha convertido en un placer popular extendido por todo el globo. En sus orígenes se consumía frío y especiado pero cuando llegó a Europa se comenzó a tomar caliente y dulce. Se extendió gracias al comercio y empezó a usarse en multitud de recetas. Por ello hoy disfrutamos de una gran variedad de formas y sabores del chocolate. Sin embargo, la manera más ancestral de tomarlo sigue siento líquido y nosotros no podemos resistirnos a una buena taza de esta exquisitez.
A continuación vamos ha dejar una receta de un delicioso chocolate especiado que hará que te ganes algún que otro elogio entre tu familia y amigos. Para empezar debes hacerte con los ingredientes necesario:
- Chocolate para fundir (200g)
- Leche (1 litro)
- Harina de maizena (1 cucharada de pequeña)
- Esencia de vainilla (1 cucharada pequeña)
- Canela (3 cucharadas pequeñas)
- Jengibre molido (Media cucharada)
- Cardamomo molido (1 cucharada)
En primer lugar pondremos la leche y las especias a fuego medio en un cazo hasta que esté tibia. Ese será el momento perfecto para añadir el chocolate que previamente hemos troceado para incluirlo a nuestra mezcla. Lo removemos todo bien hasta que todo quede homogéneo. Ahora añadiremos la maizena, para ello subiremos el fuego a una temperatura media-alta y lo removeremos hasta que empiece a hacer burbujas. Debemos evitar que hierva, por ello es necesario remover muy bien durante el proceso. Cuando la maizena haga su trabajo y comience a espesar sube el fue y espera a que rompa a hervir. Entonces debes retirar la mezcla de fuego y servir en las tazas. Para terminar puedes añadirle nubes, nata o adornarlo como más te guste.
Aunque te dejamos esta deliciosa receta para cuando estes en casa, no podemos dejar pasar la oportunidad de animaros a que vengáis a Café Jardín y acompañéis una buena taza de chocolate con delicioso dulce o unos churros exquisitos.